Dias extraños

En los últimos días he andado medio triste, muy callada y pensativa. Me lo han dicho. Tengo una cantidad excesiva de trabajo, y eso me ayuda a distraerme, pero no hace que me olvide de lo que me duele. Si, hay cosas que me duelen mucho.

Extraño mi casa, mi espacio, mío y de nadie más. En estos días era cuando llegaba al depa, me preparaba algo de cenar y me tiraba en lai cama a ver televisión, a escuchar música o a platicar con mi Bicha, ajá, platicaba con ella, y la he extrañado mucho, al igual que a mi casa.

Acá tengo muchas ventajas, no pago renta y siempre hay algo en la despensa, por ejemplo, pero si quiero llegar y encerrarme y no hablar con nadie es imposible. Siempre me están preguntando cosas, como te fué, que tal el trabajo, por qué llegaste tarde ayer? Y como no tengo ganas de hablar ni estar con alguien me pongo de mal humor y acabo siendo la mula, geniuda y malhumorada de siempre…

El fin de semana me largo a Toluca, a ver viejos amigos, a recordar y a intentar escapar un poquito de lo que me atrapa en esta ciudad. A ver si no sale contraproducente, ja.