Cuatro Ángeles

Era uno de mis más grandes deseos desde hacía ya varios años: ser mamá. Hoy es una realidad, y es la experiencia más increíble del mundo. Aterradora a veces, pero es lo mejor del mundo.

Desde la primera vez que escuché hablar sobre el parto humanizado, supe que eso era lo que quería para mi, que así era como deseaba que mi bebé llegara a este mundo, de la manera más natural y respetuosa, para él y para mi.

Sé que Dios y mis angelitos comenzaron a hacer de las suyas y a poner en mi camino a las personas correctas para que mi deseo se hiciera realidad. Asi, mi prima Ale me recomendó a Gretel y Parto Natura para tomar mi curso profiláctico. Fue el primer angel terrenal que llegó a nuestras vidas. A las 12 semanas de embarazo comencé mi curso y ahi aprendí todo lo que debía saber para el momento en que mi bebé decidiera nacer, porque nunca consideré la opción de programar el parto ni nada por el estilo, sería cuando el decidiera llegar. Con Gretel aprendí a escuchar mi cuerpo, a comunicarme con Gabriel, que desde entonces ya sabía que ese sería su nombre. Hacíamos ejercicio (que disfrutaba muchísimo) y la parte de la meditación y relajación era mi favorita. Aprendí sobre las fases del parto, su mecanismo, lo que sucedería en mi cuerpo, cómo podía manejar el dolor de las contracciones. Supe sobre los múltiples beneficios de la lactancia materna y ahi tambien decidí que esa sería la forma de alimentar a mi bebé. Conocí la crianza con apego.

En Parto Natura llegó mi segundo angelito terrenal: el Dr. Eduardo Serratos, especialista en parto en agua. Verán, yo sabía que eso existía pero creía que estaba muy lejos de mis posibilidades económicas. Yo me atendía con el doctor que me vió nacer a mi, échenle cuentas. Estaba contenta con él pero sentía que no aprobaría mi deseo de tener un parto natural. Lo comprobé cuando le dije que no quería anestesia y quería un parto profiláctico. Me dijo que si ajá, que me pondría un cateter por si las dudas y eso a mi me dio muy mala espina. Debía tomar una decisión. La respuesta llegó en mi curso, ahi conocí al Dr. Serratos, y nos habló de su experiencia, de cómo decidió practicar los partos en agua, nos explicó cómo y por que eran lo mejor para que nacieran los bebés. Investigué y Gretel me recomendó el Sanatorio Durango donde el paquete de parto en agua no era tan caro, hablé con Serratos y accedió a atenderme ahi (el está en Médica Sur). Mi sueño se estaba haciendo realidad. Me cambié de médico y todo estaba decidido.

Mi tercer angel terrenal apareció también en Parto Natura: el homeópata Francisco Sánchez. En el taller de homeopatía aclaré muchas dudas sobre las vacunas, las medicinas y nuestra salud. Desde entonces me atiendo con él y estuvo también presente en el nacimiento de mi bebé.

El cuarto angel lo conocí el día del parto y es ahora la pediatra de mi bebé, la Dra. Carolina Castro. Ella recibió a Gabriel y ha cuidado su salud desde entonces. Es partidaria de la lactancia materna y la crianza con apego y eso era muy importante para mi.

En este post quería hablar sobre mi experiencia de parto pero creo que ya me extendí demasiado. Como preámbulo y para revivir mi blog no estuvo nada mal, y sirve para ir trabajando en ese otro escrito. Aún me cuesta hablar sobre mi parto, aún hay muchas cosas por sanar, pero pronto hablaré de eso aqui.

Se siente bien volver a escribir, ahora, en esta nueva etapa de mi vida 🙂

¡¡¡Soy mamá!!!

20130219-100821.jpg